La vida digna como situación deseada y construida es posible sólo en compañía de los otros. La palabra digno significa merecer algo; y por el sólo hecho de ser ciudadanos de un Estado definido como democrático, nos merecemos la oportunidad y el derecho de participar en el diseño de los planes y los presupuestos con que aspiramos atender los problemas actuales y generar las oportunidades futuras.