El movimiento se genera en el año 2010 cuando los habitantes de los sectores urbano y rural del municipio empezaron a presenciar la llegada de contratistas que estaban haciendo estudios para solicitar licencias de construcción de una Pequeña Central Hidroeléctrica aguas arriba del rio Dormilón.
El río representa una conexión espiritual para los Sanluisanos que han desarrollado fuertes vínculos con los árboles, el agua y el entorno; es por eso que este movimiento social ha emprendido una lucha por la defensa de su hábitat: el río, es un bien público, es de todos y para todos. Así, su cuidado y defensa les compete no sólo a las instituciones oficiales, sino también a la sociedad civil.
El movimiento social tiene claro que, si bien sus han tenido un impacto en el territorio, no se han traducido en votos porque no a todos les gusta, no les interesa; al movimiento le falta injerencia en lo legislativo y no se ha diferenciado lo político de la movilización social que se constituya en votos.
En este momento se están gestando otras iniciativas desde el movimiento social como la construcción del parque lineal, la generación de conciencia y educación ambiental, y desarrollo del proyecto “siembra y adopta un árbol”.
Desde la visión de sus activistas, históricamente el movimiento social Vigías del río Dormilón se ha articulado en cuatro momentos: sincretismo, reacción social, proyección política y, apropiación social; cada uno de los momentos hace referencia a procesos históricos específicos por los que el movimiento social ha transitado, y que, a su vez, obedecen a lo que históricamente ha ocurrido en San Luis.