El Centro de Economía Circular e Innovación Tecnológica -CECIT- 

Por: Gloria Durango. 

La pandemia trastocó nuestras vidas de maneras inimaginables, afectando al mundo entero, Incluyéndome a mí. Nunca imaginé que podría experimentar un amor tan profundo por un territorio, un río y una causa compartida con tantos luchadores y luchadoras que defienden lo que es de todos. Soy Gloria Durango, profesional en ingeniería y emprendedora social nacida en el barrio Aranjuez de Medellín; hoy puedo decir, con el corazón hinchado de amor, que en San Luis encontré mi propósito de vida: el Centro de Economía Circular e Innovación Tecnológica (CECIT). 

En términos de mercado, el potencial que tiene este emprendimiento es innegable. San Luis y sus alrededores representan un mercado objetivo inicial, pero nuestra visión se extiende más allá. Por ejemplo, en un futuro cercano vemos oportunidades para establecer alianzas con municipios aledaños y, en última instancia, replicar nuestro modelo en otras regiones del departamento y, por qué no, del país.

Se cultiva el CECIT

Con Amusal me embarqué inicialmente en la venta de productos de revistas en el mercado campesino. En ese entorno conocí a varias personas, pero una en particular me invitó a formar parte de un grupo especial: Vigías del Río Dormilón, un espacio colectivo al cual llegué desde principios de 2021, en un momento en el que la comunidad se unía para resistir un proyecto privado que buscaba establecer un relleno sanitario regional para recibir 500 toneladas de basura al día, en la vereda El Olivo del municipio. Allí me involucré activamente en la sesión del Concejo Municipal en la cual la empresa presentó su proyecto durante seis extenuantes horas, así como en otras actividades para generar opinión pública en torno a este proyecto.

Sin imaginarlo empecé a tener cierto liderazgo en este importante movimiento. En simultáneo, trabajaba en mi modelo de negocio utilizando el Lean Canvas, al mismo tiempo que intentaba encontrar soluciones de prótesis para ayudar a mi tío, a quien le habían amputado una pierna debido a problemas cardiovasculares; esta situación me impulsó a buscar respuestas.

Fue entonces cuando encontré un diplomado en línea sobre tecnología biónica e impresión 3D en México, con el cual logré obtener una impresora 3D y comencé a entender cómo esta tecnología podría revolucionar la producción en un futuro cercano. A partir de allí seguí formulando ideas mientras recopilaba información y encontré gran inspiración en la “Misión de Sabios” en la cual participaron el premio Nobel Gabriel García Márquez y mi querido Rodolfo Llinás. Esta misión trazó un camino alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que yo quería seguir.

Nace el CECIT

Entre tanto, la movilización social en la que me involucré en San Luis me hizo admirar la recolección diferenciada entre orgánicos, inservibles y reciclables que se llevaba a cabo en el municipio. Me surgieron preguntas por el destino de los aceites de cocina usados y, para resolverlas, me dirigí al gerente de la empresa de servicios públicos local. Me explicó que no existía una solución desde la Administración Municipal para este residuo y que, por ahora, lo único seguro es que una empresa privada debería encargarse. Todo esto me llevó a concebir la idea de un emprendimiento en el que los productos elaborados por Amusal pudieran ser intercambiados por residuos aprovechables como las botellas PET, que podrían, a su vez, transformarse en filamentos para la impresora 3D. A esta iniciativa la nombré como: Centro de Economía Circular e Innovación Tecnológica (CECIT).

El CECIT ha encontrado un lugar en el corazón de muchos sanluisanos que también creen en un San Luis libre de basura. Lucho y me entusiasmo con esta idea a veces tildada de loca y utópica, que no me abandona ni siquiera en sueños. Esto es lo que deseo hacer por siempre: contribuir a un mundo más limpio, para que mis hijos puedan disfrutar de ríos libres y montañas llenas de vida y árboles.

El CECIT crece

Hoy, cuando miro hacia atrás y recuerdo cómo surgió el CECIT, no puedo evitar sentir gratitud por cada paso y desafío que he enfrentado, y el apoyo que Conciudadanía nos ha brindado en el camino. La visión del Centro de Economía Circular e Innovación Tecnológica a mediano y largo plazo es clara: transformar San Luis en un referente de economía circular y sostenibilidad con un enfoque de género, demostrando que es posible conciliar la conservación del medio ambiente con el progreso económico y social. Este sueño ya dejó de ser una mera aspiración y se ha convertido en una misión que nos impulsa a diario a diversas mujeres.

El CECIT busca innovar y encontrar soluciones creativas para los desafíos ambientales y sociales de la región, enfrentando la realidad de los residuos, los problemas de manejo de basura y la falta de opciones sostenibles en la comunidad. Con la diferencia de que, en lugar de quedarnos en la desesperanza, nos lanzamos cada día a la acción.

Una de las principales áreas de enfoque del CECIT es la gestión adecuada de los residuos, particularmente de los aceites de cocina usados. Desde nuestro programa de reciclaje incentivamos a la comunidad a intercambiar estos aceites por productos y servicios locales; enfoque que, no solo reduce la contaminación del agua, sino que además fortalece la economía local y empodera a las personas.

Actualmente el CECIT trabaja en colaboración con instituciones educativas y organizaciones gubernamentales para impulsar la educación ambiental y la conciencia comunitaria. Creemos que la sostenibilidad es una responsabilidad colectiva y que la educación es el primer paso hacia el cambio; esto, aprovechando que la comunidad está cada vez más preocupada por el medio ambiente y busca formas tangibles de contribuir al cambio. Además, el CECIT se ha ganado la confianza y el apoyo de diversas organizaciones locales y nacionales que comparten nuestra visión.

El futuro que se vislumbra para el CECIT

En términos de mercado, el potencial que tiene este emprendimiento es innegable. San Luis y sus alrededores representan un mercado objetivo inicial, pero nuestra visión se extiende más allá. Por ejemplo, en un futuro cercano vemos oportunidades para establecer alianzas con municipios aledaños y, en última instancia, replicar nuestro modelo en otras regiones del departamento y, por qué no, del país.

El CECIT no es solo un proyecto empresarial y comunitario, sino una pasión que impulsa a gente comprometida. Creemos en la fuerza de la comunidad y en la posibilidad de transformar desafíos en oportunidades. Así que seguimos adelante, guiados por la visión de un San Luis más limpio, sostenible y próspero para las generaciones venideras.