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Reparar para reconciliar: una deuda histórica e inconclusa

Al momento de comenzar a escribir estas letras, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas – UARIV- reportaba en su registro 9.113.500 personas víctimas del conflicto armado 1 en Colombia...

Por Jharry Martínez Restrepo, coordinador de la línea Paz y Reconciliación en Conciudadanía. 

Al momento de comenzar a escribir estas letras, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas – UARIV- reportaba en su registro 9.113.500 personas víctimas del conflicto armado 1 en Colombia (Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas – UARIV, 2021). Esta cifra corresponde, aproximadamente, al 17% de la población total en Colombia; es decir que de cada 10 colombianos casi dos personas han sufrido la victimización directa en medio del conflicto armado del país, y que un segmento importante y del porcentaje restante se ve afectado, de manera indirecta, por el impacto espiral que tiene la guerra sobre las sociedades. Adicionalmente, hay que tener en cuenta el enorme subregistro, ya que muchas personas no se sienten seguras al reconocerse como víctimas, no conocen la institucionalidad para su atención, han decidido intentar olvidar lo sucedido o simplemente no logran ser incluidas en el registro dado el procedimiento y los tiempos de la UARIV.

 

Hay que recordar que la UARIV tiene como mandato el registro y la reparación integral de todas las víctimas del conflicto armado en el país, lo que significa un proceso que incluye cinco (5) medidas de reparación: medidas de satisfacción, medidas de rehabilitación, restitución, garantías de no repetición e indemnización administrativa, las cuales contemplan dimensiones individuales y colectivas de la reparación. Esta entidad entró en vigencia el 10 de junio de 2011, luego de una importante movilización de las organizaciones de víctimas en el país y su mandato se definió para una vigencia de 10 años (hasta el 10 de junio de 2021), pero ante el mínimo avance en reparación (poco más del 12% de las víctimas han sido indemnizadas) y, de nuevo, una importante incidencia de las organizaciones de víctimas, se logró ampliar su vigencia hasta el año 2031. Sin embargo, al paso al que se al que se ejecutan los programas que buscan la reparación integral (al menos la referida a la indemnización) se necesitarían 56 años para alcanzar el total de las víctimas registradas, sin contar las demás medidas que, por ejemplo, en el caso de las medidas de rehabilitación van 539.842 víctimas atendidas al 2019, con lo cual en este componente el universo de víctimas por reparar es significativo. (Ministerio de Salud. Boletines poblacionales: población víctima del conflicto armado. Junio 2020 ). En materia económica se van a requerir entre 45 y 50 billones de pesos para lograr los propósitos de reparación integral, según declaración de Ramón Alberto Rodríguez Andrade actual director de la unidad (El Tiempo, 2020).

 

Eso demuestra que, a pesar del fundamental logro de la creación y puesta en marcha de una institucionalidad para la atención y reparación de las víctimas del conflicto armado, la acción gubernamental ha sido insuficiente política y administrativamente, lo que hace evidente la urgencia de cambiar el enfoque de reparación para los próximos 10 años de implementación.

 

Por otra parte, a partir de la entrada en funcionamiento de la nueva institucionalidad para la paz, resultado del Acuerdo Final firmado entre el gobierno nacional y la extinta FARC – EP, se abrió la posibilidad de una representación política de las víctimas en el Congreso de la República, pero esta propuesta y las víctimas recibieron un portazo del mismo Congreso en noviembre de 2017, cuando en una insólita votación decidió hundir la posibilidad de representación parlamentaria directa y transitoria para esta población con quien la sociedad colombiana en su conjunto tenemos una enorme deuda cuyo pago es indispensable para concretar la necesaria reconciliación que es el camino hacia la paz.

 

De manera especial el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición – SIVJRGNR viene demostrando poco a poco que la reparación integral para las víctimas directas del conflicto es, a la vez, un insumo necesario para la reconciliación que tanto necesitamos en conjunto como sociedad. Al día de hoy 9.797 personas excombatientes FARC y 2.900 personas de las fuerza pública han firmado compromisos de declaración para el esclarecimiento y se han empezado a realizar varias de estas audiencias que han sido sumamente valiosas en el proceso de reparación (El Espectador, 2021); Por su parte 23.469 personas han hablado directamente con la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad – CEV, de las cuales 1.588 lo han hecho en la territorial Antioquia para dar información sobre la verdad. Con respecto a los informes se han presentado casi 800 casos a nivel nacional y 27 en Antioquia 2 . Se vienen realizando diversos encuentros de reconocimiento y perdón en el país, conversaciones con distintos sectores sobre la importancia de la verdad y acciones de sensibilización y pedagogización así como la preparación de su informe final que se entregará a más tardar el próximo 28 de noviembre de 2021.

 

Finalmente la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas – UBPD han adelantado 299 acciones pedagógicas y de identificación, y acuerdos para la ubicación y búsqueda. Estas acciones son posibles, una vez más, gracias al compromiso y movilización social promovida, en una medida importante, por organizaciones de víctimas que vieron en las negociaciones de paz una oportunidad para la superación del conflicto armado (al menos el que se dio con esa guerrilla) y aportaron con su respaldo y exigibilidad a la incorporación del SIVJRGNR en el Acuerdo Final. En su conjunto la tarea del sistema contiene la mayor acción institucional desarrollada hasta ahora en pro de la construcción de bases para la reconciliación teniendo como centralidad a las víctimas del conflicto y por ende aportando a la reparación integral.

 

Todo este proceso hasta hoy alcanzado ha sido un camino difícil, en el cual las víctimas organizadas y no organizadas han demostrado su capacidad de aportar a la paz, su compromiso con la superación colectiva del conflicto y su convicción de que en el auto reconocimiento y la movilización está la clave para alcanzar el camino hacia la paz liderado por la sociedad en su conjunto.

 

Este día de la memoria y la solidaridad con las víctimas del conflicto armado (2021) se presenta en medio de escenario inédito: un año de la ampliación del mandato de la UARIV; en medio de inmensos avances alrededor del esclarecimiento y el reconocimiento por parte del SIVJRGNR, que con cada anuncio desata feroces reacciones en esta disputa por la verdad y la memoria nacional; y la expectativa puesta en el Informe de la CEV, que aportará a la comprensión de lo que pasó, a los cambios que necesitamos tener como sociedad y a la reconciliación. Informe que desde ya tiene detractores y atacantes, que difícilmente logrará satisfacer tantos años de preguntas y angustias, que tendrá que incluir tantos y tan diversos enfoques pero que, sin lugar a dudas, tendrá que responder claramente a este 17% de población con quien tenemos como sociedad una deuda histórica e inconclusa.

 

Con estos datos se llega fácilmente a tres conclusiones que quiero proponer como reflexión en el marco de este importante momento histórico para las víctimas en Colombia y para nuestra sociedad en general:

– Las ciudadanas y ciudadanos victimizados en nuestro país no se definen por su condición de víctima, son protagonistas de la movilización, la incidencia, la organización social y la exigibilidad de derechos, son un proceso organizativo histórico que aporta enormemente a la paz y cuya demanda de reparación es condición necesaria para la reconciliación.

 

– Toda la sociedad colombiana sufre de manera directa e indirecta el impacto del conflicto armado, por ende es urgente que nos sensibilicemos como nación alrededor de nuestra necesidad de transitar hacia la reconciliación mirándonos y reconociéndonos como sociedad en cambio, para lo cual las acciones por la memoria y la verdad son un inmenso aporte. La verdad es un bien común que debemos defender.

 

– El SIVJRGNR debe ser apoyado y defendido, dado que su trabajo aporta a la reparación integral, que hasta ahora no se ha logrado de manera plena, y que no es una deuda de un gobierno sino del Estado en su conjunto, por lo que su cumplimiento no puede verse afectado por mezquindades partidistas y su exigibilidad debe ser asumida por todos y todas.

 

A las víctimas del conflicto armado todo nuestro reconocimiento, toda la solidaridad y todo nuestro apoyo y acompañamiento desde nuestras apuestas.

Citaciones al pie de página

  1. De las cuales el 80.6% están reconocidas como sujetos de reparación integral (el restante 19.4% corresponde a víctimas directas de desaparición forzada, homicidio o que no pueden acceder a la reparación).
  2. La Corporación Conciudadanía presentó, 5 informes: Estudios de Memoria de Conciudadanía en el Occidente Antioqueño; Informe sobre el Conflicto Armado en el Oriente Antioqueño; Un Pueblo que se Juntó para Salvar Vidas en la Guerra (en alianza con el Colegio Mayor y el Consejo de Conciliación de San Luis Antioquia); Memoria y Construcción de Paz en el Sector Cooperativo del Oriente Antioqueño (en alianza con la Fundación Confiar y FUSOAN) y Suroeste Antioqueño: Un Conflicto Silenciado (en alianza con el Centro de Fe y Culturas); y 9 documentos de memoria: Rutas de la Memoria de Frontino, Del Dolor a la Esperanza: Memoria Histórica del Conflicto Armando en el Municipio de Peque, Sobre las Aguas del Rio Cauca: Memoria Colectiva de las Víctimas del Conflicto Armado del Municipio de Santa Fe de Antioquia, Recordar para Reconstruir: Memoria Colectiva de las Víctimas del Conflicto Armado del Municipio de Liborina, Una Verdad que Perdura en el Tiempo: Memoria Histórica del Conflicto Armando en el Municipio de Cañasgordas, De La Guerra A La Noviolencia: Memoria Colectiva de las Víctimas del Conflicto Armado del Municipio de Caicedo, Un Camino a la Verdad: Construcción de memoria colectiva de las víctimas del conflicto armado del municipio San Luis, Las tomas guerrilleras en el corregimiento El Prodigio – Sonsón Memoria Viva, y De Historias Particulares a Memorias Locales: Apuntes para la Memoria en el Municipios del Carmen de Viboral. Todos documentos publicados en la página web de la Corporación Conciudadanía.
 

Bibliografía

 
  •  El Tiempo. (05 de 09 de 2020). El Tiempo.com. Obtenido de https://www.eltiempo.com/justicia/servicios/victimas-del-conflicto-indemnizarlas-podria-tardar-56-anos-536186
 
  •  Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas – UARIV. (07 de 04 de 2021). Unidad de Víctimas. Obtenido de https://www.unidadvictimas.gov.co/es/

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