La participación ciudadana en la gestión ambiental hoy

Pensar la gestión del territorio implica, necesariamente, una mirada a las relaciones que los seres humanos establecen con “lo otro”, con el entorno que lo compone, con el ecosistema, la flora, la fauna y con todas las formas de vida que lo habitan. Esta relación está determinada por el lugar en el que se ubica el ser humano en relación con la naturaleza, es decir que se siente parte de ella, es consciente de que vive por ella y establece una relación de interdependencia, reciprocidad y mutua transformación; o por el contrario, está por fuera en un nivel de jerarquía superior, dominando, explotando “los recursos naturales” y, como casi siempre, alterándolos de manera irreversible; una mirada evidentemente capitalista so pretexto del bien común. Lamentablemente esta última versión es la que predomina actualmente y de la cual estamos viendo sus efectos de manera palpable.

Como contra tendencia van evidenciándose otras miradas que superan la economicista y centran la atención en un enfoque integral e integrador del desarrollo sostenible que se ha ido generando a partir de los movimientos y colectivos ambientalistas con la premisa de “la naturaleza como sujeto de derechos”.

Hace 30 años que Conciudadanía viene impulsando en las subregiones de Antioquia la participación ciudadana para la incidencia en acciones gubernamentales que garantice la realización de los derechos constitucionales. Hace un poco más 10 años y como producto de una mirada cada vez a más juiciosa al territorio, se ha propuesto acciones de fortalecimiento de espacios como mesas o colectivos ambientales con el propósito de “fortalecer las capacidades de la sociedad civil y las instituciones públicas para aumentar la incidencia ciudadana en los procesos de ordenamiento territorial ambiental, las políticas públicas y decisiones favorables a la conservación de ecosistemas estratégicos, el acceso al agua, que permitan el ejercicio y la expresión de las ciudadanías ambientales y ecológicas… enfatiza en la construcción y apropiación social del territorio; el trabajo por una ciudadanía ecológica y ambiental responsable de sus impactos sobre patrimonio que habita, incidente en los instrumentos de gestión pública de los ecosistemas que les sustenta, cuidadora de todas las formas de vida, con capacidad de gestionar en forma democrática los conflictos socioambientales”.

Los Consejos de Cuenca, son una instancia de participación ciudadana multiactor y supramunicipal contenida en el Decreto 1640 de 2012, uno de los espacios de participación orientados al ejercicio de la ciudadanía ambiental a los cuales Conciudadania se ha propuesto fortalecer y cualificar la acción política, impulsar la inclusión de más mujeres en ellos y promover su participación activa en la formulación y seguimiento a los programas, proyectos, conflictos ambientales prioritarios en los Plan de Manejo y Ordenamiento de una Cuenca – POMCAS, los cuales constituyen un instrumento vinculante sobre el ordenamiento territorial local.

La cuenca es fundamental para la sostenibilidad de la vida, pues en ella nace y discurre el agua, su protección y conservación se ve en conflicto con actividades extractivas con grandes impactos ambientales: la generación de hidroenergía, extracción de minerales, material de construcción, los monocultivos y los macro proyectos de desarrollo, son actividades motivadas por intereses contrarios a la conservación con grandes impactos sobre el ambiente, así mismo con importantes obligaciones en transferencias, regalías, compensaciones con destinación especial para la gestión ambiental, lo que da pertinencia a los POMCAS y los Consejos de Cuenca pues el seguimiento y control social son fundamentales.

Este Pactemos se propone presentar más ampliamente nuestra apuesta institucional frente a la ciudadanía ambiental, ofrecer información sobre los POMCAS y los Consejos de Cuenca, sus funciones, integrantes y estructura de funcionamiento; dar a conocer la trayectoria y desafíos de la cuenca del Rio Negro y Nare, la cual nace en el municipio de El Retiro y discurre también por los municipios de Rionegro, Marinilla, San Vicente y El Peñol; y presentar algunas experiencias importantes en la gobernanza del agua como el proceso de Diálogos por la custodia del agua; el Consejo de Cuenca del rio Sucio Alto, cuenca que recorre los municipios de Dabeiba, Frontino, Cañasgordas, Uramita y Abriaquí; y la Asociación de Comunidades Afrocolombianas del Río La Miel – Afromiel en El corregimiento San Miguel, del municipio de Sonsón, la cual se ha propuesto sacar adelante proyectos que brinden oportunidades económicas que les permitan a las personas que se dedican a la minería encontrar otras fuentes de subsistencia, con las que puedan cuidar el medio ambiente y su territorio.

Participar tiene como condición primaria el acceso a la información oportuna, clara y pertinente; esto, así de simple es lo que se propone el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como el Acuerdo de Escazú, el cual no ha sido firmado por el Gobierno Nacional, pero que desde Conciudadania creemos necesario aportar para que la participación sea cualificada y efectiva, para garantizar la gestión sostenible de los recursos naturales. Este Pactemos es un material que tiene como objetivo aportar información para el ejercicio de la ciudadanía ambiental.

Para conocer el contenido multimedia completo de la edición 49 de la revista Pactemos sobre Consejos de Cuenca, te invitamos a visualizar, descargar y compartir el siguiente PDF.

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