Los Consejos de Cuenca en nuestra apuesta institucional

De mayor a menor tamaño y extensión, se dice que en Colombia hay macrocuencas, cuencas y niveles subsiguientes, tramos de grandes ríos. En cuanto a la altitud, narrada de arriba hacia abajo, diríamos que quien escribe habita a unos 1500 metros sobre el nivel del mar, a unos doscientos metros de la quebrada Malpaso (microcuenca), que entrega sus aguas al río Aburrá que más abajo es Porce y más abajo Nechí (otros niveles subsiguientes), los cuales tributan al Magdalena Cauca (macrocuenca) y este a su vez entrega sus aguas al mar Caribe. Como quien dice: “Mi agüita amarilla” irá hasta Barranquilla porque vivo en el Magdalena Cauca.

Justamente Conciudadanía, mediante el proyecto “Salvaguarda: Ciudadanía Ambiental para el Uso del Agua en Antioquia”, incide en municipios de la macrocuenca Magdalena Cauca y a la cual tributan los afluentes de 19 municipios de la subregión Oriente, los doce del Suroeste y los siete del Occidente cercano a Medellín. También desde el proyecto acompañamos a tres municipios de la macrocuenca del Caribe Darién, en el Occidente cercano al Urabá.

Si bien las macrocuencas tienen planes estratégicos, estas no son ordenadas, pero son monitoreadas por entidades del nivel nacional. Por su parte, las cuencas hidrográficas y los niveles subsiguientes sí son ordenadas y planificadas; labor que realizan las Corporaciones Autónomas Regionales – CAR, mediante los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas – Pomcas; y allí donde se realice estos Pomcas, también debe existir un Consejo de Cuenca como instancia de participación ciudadana.

El Pomca y su Consejo de Cuenca tienen varias bondades; por un lado, el Pomca es un instrumento de ordenación y planeación de mayor jerarquía y vinculante sobre el ordenamiento territorial local, es decir que está por encima del Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) o del Plan de Ordenamiento Territorial (POT); por el otro, el Consejo de Cuenca es la única instancia de participación ciudadana supramunicipal (entre los municipios y el departamento); allí confluyen diversidad y pluralidad de actores con actividades económicas en la cuenca, con obligaciones ambientales (licencias y permisos ambientales), actores responsables de otros planes institucionales en el nivel municipal, departamental, nacional en especial aquellos dirigidos a la gestión del riesgo y a la adaptación al cambio climático.

A raíz del alcance territorial, composición, funciones y el rol que puede jugar la ciudadanía en las decisiones públicas de orden ambiental, Conciudadanía tomo la decisión de acompañar, asesorar y formar con los Consejos de Cuenca.

Acompañamiento a Consejos de Cuenca

Actualmente Salvaguarda acompaña los siguientes Consejos de Cuenca: en el Oriente antioqueño -sobre la vertiente Magdalena- a los Consejos del río Samaná Sur y La Miel, es el mismo río y ha sido ordenado en dos niveles y por lo tanto tiene dos consejos, en la parte alta se llama Samaná Sur, y en la parte baja se llama río La Miel. También acompañamos al Consejo de Cuenca del río Cocorná y directos al Magdalena Medio entre los ríos La Miel y El Nare es decir un tramo en el río Magdalena. En esta subregión también se desarrolla el proceso con el Consejo de Cuenca del río Samaná Norte que nace al oriente del Páramo de Sonsón y discurren por los bosques hasta su confluencia con el río Nare, en San Carlos. Acompañamos a los Consejos de cuenca los ríos Negro y Nare (también se trata de un mismo río con dos niveles subsiguientes y dos consejos de cuenca). Sobre la vertiente del Cauca, acompañamos al Consejo de Cuenca del río Arma, que incluye municipios del suroriente y del suroeste antioqueños.

Para este acompañamiento trabajamos coordinadamente con las CAR -Cornare, Corpocaldas y Corantioquia- en el marco de los comités técnicos de las Comisiones Conjuntas, porque cuando la cuenca es compartida por los territorios de dos CAR deben funcionar estas comisiones.

En el caso del Suroeste antioqueño, todos los Consejos de Cuenca de los ríos que acompañamos vierten sus aguas en el Cauca. Estos son: el río Arma; los ríos agrupados como Amagá – Sinifaná y Directos al Cauca en los territorios de Fredonia, Amagá y Titiribí; y el río San Juan que baña la principal región cafetera de Antioquia en Andes, Jardín y sus vecinos. En este caso el acompañamiento lo hacemos en forma articulada con Corantioquia. En el Occidente cercano trabajamos con el Consejo de Cuenca del río Aurra, en los territorios de San Jerónimo y con el Consejo de Cuenca del río Socio Alto, que tiene otro nivel subsiguiente en las partes bajas antes de entregar sus aguas al río Atrato, esto, en coordinación con Corpourabá.

Características de estas cuencas

Estas cuencas producen todo lo esencial que necesitan los pobladores del centro de Antioquia, en ellas están contenidas las áreas protegidas más próximas a la metrópoli regional, son el paraíso más cercano de los habitantes urbanos: se trata de páramos, bosques densos, de niebla, húmedos, muy húmedos y también bosque seco, aguas cristalinas; y por sus cualidades ambientales son hogar de biodiversidad de animales y plantas que caracterizan nuestra riqueza natural.

En tales cuencas nace el agua que abastece el consumo humano, el uso agrícola y el industrial de la mayoría de los paisas; ellas han sido el escenario de la producción de alimentos, ahora espacio de ocio, recreación y turismo de naturaleza, porque cada vez producen menos comida; en sus montañas tienen lugar las actividades extractivas más significativas para las grandes empresas de Antioquia y con grandes impactos ambientales: la generación de hidroenergía, extracción de calizas, mármoles para producción de cementos, extracción de carbón, oro, los monocultivos de vocación exportadora (café, flores, aguacate, gulupa). En ellas, se construyen las vías de dobles calzadas o autopistas 4G, porque nos prometieron acercarnos al paraíso a través de vías, viaductos y túneles.

Por estar tan próximas a la capital de Antioquia estas cuencas hidrográficas son cada vez más demandadas en sus servicios ecosistémicos, y, justamente por ser tan ricas y biodiversas, también son muy vulnerables. Cada actividad extractiva, cuanto más significativa, más impacto genera y más obligaciones ambientales asume. Sólo en el Oriente antioqueño en el año 2020 llegaron a los municipios y a Cornare 74 mil millones de pesos provenientes de las transferencias del sector eléctrico dirigidas a la gestión ambiental, al agua potable y al saneamiento básico.

La Gobernación de Antioquia, responsable del consorcio Túnel del Toyo que vale 1,4 billones, debe invertir el 1% de compensación ambiental, y Construcciones El Condor responsable de la construcción del trayecto entre Santafé de Antioquia y Giraldo, que vale otros 1,6 billones, también lo hará. Es decir, que entre ambos deberán invertir cerca de 30 mil millones en compensaciones dirigidas a la gestión del agua y ojalá lo hagan en el área de cuenca donde generan el impacto.

Nuestros retos con los Consejos de Cuenca

Desde Conciudadanía nos hemos propuesto acompañar el funcionamiento de los Consejos de Cuenca, darles asesoría para que cuenten con un reglamento interno y un plan de trabajo que oriente sus tareas; darles apoyo logístico a la ejecución de algunas de las actividades de sus planes de trabajo; proveer conocimiento técnico a las presidencias y las secretarías para que los Consejos de Cuenca realicen sus funciones de seguimiento a los programas, proyectos, conflictos ambientales prioritarios en los Pomcas. Vemos urgente dar a conocer a la sociedad local y regional los Pomcas y las áreas protegidas que contienen, sus problemáticas, conflictos ambientales, sus pérdidas -algunas irreparables- y sus amenazas en materia extractiva. También nos estamos implicando en acciones prácticas de cuidado y protección de las fuentes hídricas que abastecen acueductos y en la mejora de acueductos rurales; queremos promover ciudadanías ecológicas cada vez más responsables de su contaminación, ciudadanías ambientales que conozcan estos bienes públicos y los aseguren a las generaciones próximas.

Buscamos generar espacios de encuentro entre los Consejos de Cuenca y los Consejos Territoriales de Planeación para verificar la incidencia de los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas sobre los instrumentos locales (EOT, POT, áreas protegidas locales, zonas agrícolas, áreas de retiro, áreas de riesgo); así como generar espacios subregionales y provinciales con presencia de las mesas y colectivos ambientales, para que haya deliberación sobre el avance en el cumplimiento de los Pomcas y los planes de manejo de las áreas protegidas, se llame la atención sobre las prioridades que contienen y se ejerza presión ciudadana para que se cumplan sus metas.

A su vez acompañamos ejercicios de control social a las transferencias del sector eléctrico y a su destinación, a la ejecución del 1% de compensación de los megaproyectos de infraestructura vial y minera, a las propuestas de la ciudadanía a través de sus agendas ciudadanas ambientales que demandan cada vez políticas públicas del agua y declaraciones de áreas protegidas locales para el cuidado del agua. Además, desde el proyecto Salvaguarda daremos apoyo a los Consejos de Cuenca para que en el momento en que sus integrantes decidan ocurra el diálogo multiactor sobre las alternativas en la gestión de conflictos ambientales presentes en la cuenca.

Esta es pues la apuesta de Conciudadanía con los Consejos de Cuenca en el marco del proyecto Salvaguarda. Nos reta la apropiación de los Pomcas y sus apuestas por parte de las organizaciones e instituciones que integran el Consejo de Cuenca; por parte de los líderes y lideresas, los funcionarios públicos locales que la habitan y la gestionan.

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